Llega el momento de que el fenix ancestral renazca, resurja desde su cenicienta tumba para reflejar en mis ojos todo su brillo que es mío también...
Perezosamente refulgen los primeros esbozos del día que comienza, los rayos primeros siempre son tenues pero finalmente logran que recobre fuerza, tu mirada me ha dado energía y deseo de abrazar la vida un día más...
Y mientras tus rayos rozan mi piel te regalo una sonrisa grata, agradecida y aún asi siento reclamos profundos de tu parte, mis pupilas preñadas de interrogantes se cuelgan de tí al descubrir tu temor de que huya nuevamente, de que huya como es mi costumbre y no me veas nunca más...
Se ha fraguado un nuevo día, el día en pleno ha llegado y continuo a tú lado respirando por tus poros, libando tus labios, haciendo caer la noche, por que solo siendo tú sol y yo luna podemos hacer noche en el amanecer...
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